Revista: Códice de Rock.
Libro: El aliento de la supervivencia.
Por: Edgar Ahumada y Salvador Ruíz.
Publicación del Tianguis Cultural del Chopo. 10 de abril de 1996.



Jaguares es un taller en donde en este momento están José Manuel Aguilera, Federico Fong y Alfonso André; en el futuro no sé que pasará, pueden cambiar músicos, no estamos casados. Es un momento en que decidí continuar, pero nunca será solista, no lo soy, crecí en una tribu y no voy a ser coronel. Hay una visión y está sí me gusta compartirla, vamos a funcionar como Jaguares, yo creo, por experiencia; lo más importante es querer tocar juntos y no a guevo, la música no debe ser la víctima de nada, mientras nos estemos retroalimentando nos mantendremos. No se vale tampoco escupir al cielo, si Jaguares se convierte en algo muy grande, ¿Por qué reprimirlo? Bendito sea Dios y la raza porque podemos estar juntos comunicándonos y creciendo.

Después de haber generado toda una historia, una tradición y un culto dentro de la cultura mexicana, Caifanes terminó en 1995 con un concierto en San Luis Potosí: la historia entonces recobró su condición de espiral, sudor de ángeles que decidieron habitar otras esferas. Jaguares es el nombre de la nueva banda hija de Caifanes y nieta de las Insólitas Imágenes de Aurora, reencarnación de sí misma, corazón que aun sangra, púlpito de una iglesia que mantiene las veladoras encendidas con un canto del que pende una franela roja de milagros. Saúl, Alfonso, Federico y José Manuel son los tejedores de este nuevo movimiento del espíritu, consecuencia directa de una tromba de baile de diablos que han dado a luz a El equilibrio de los Jaguares, además de darle voz al silencio y poner un claro pasado y un presente nada perfecto.

CR. ¿Cómo es musicalmente una consecuencia Jaguares de Caifanes?

Saúl: La única unión entre Jaguares y Caifanes, musicalmente hablando, es que sigo componiendo, cantando, escribiendo letras, y Alfonso sigue en la batería, aportando una serie de cosas. Hay una misma esencia, pero es diferente porque Jaguares una música muy especial, particular, que hace que suene distinto; Federico Fong estuvo en el disco El Nervio del Volcán. Cada músico propone cosas distintas con su propia locura, entonces cuando interviene más personal cambia también la consecuencia musical. Digamos que Jaguares es una mezcla de muchas cosas: una trayectoria que José Manuel Aguilera trae desde hace tiempo, de los trabajos que realizó con Jaime López, con Steven Brown, con la Suciedad de las Sirvientas Puercas, que fue un aborto maravilloso. Creo que se cambia de forma pero no de esencia.

CR. ¿Cómo sientes el disco que acabas de hacer?

Saúl: Muy ceremonial, muy libre también. Nunca nos sentamos a condicionar alguna forma de trabajo, desde que empezamos a montar las rolas en los ensayos hubo una actitud de apertura y fue muy útil. José Manuel entendió perfectamente lo que las canciones proponían. Don Was (el productor) fue muy importante para grabar el disco de una forma sencilla, se grabó bien, de igual modo está producido, no hay sobre producción ni maquillaje, al contrario, esta totalmente encuerado. Quise sacar muchas cosas en El Equilibrio que, por ejemplo, en El Silencio o en El Nervio del Volcán ya no se daban, pero en este momento quise sacar la esencia que en primer disco sentí, en el Diablito la sentí, retomarla y hacerla más poderosa, con un ambiente mágico, misterioso, íntimo, pero al mismo tiempo es un vómito; como que vomitas el disco, un concepto o idea, no sé.

CR. Se estaba preparando un disco en vivo de Caifanes, tuviste una operación en la garganta ¿no fue precipitado el lanzamiento del disco?

Saúl: Para mí esa es la libertad: hacer lo que tú quieras, en el momento que quieras y con quien quieras.

CR. ¿Qué hay con el nuevo disco?

Saúl: Pues ya no se va hacer. No, no, no, Caifanes ya tronó. Se terminó después del Nervio. Ahora formé Jaguares y esta es la historia. Esa es la libertad de poder aprovechar circunstancias de dislocación; o sea, pase lo que pase, Caifanes tuvo un momento muy extraño en su vida y después de eso, entre las operaciones, decidí continuar nuevamente. El tiempo no tiene nada que ver con las ganas o con la necesidad de hacer o tocar música. Obviamente cuando dimos el último concierto, pues ya se venían abajo muchas cosas en San Luis Potosí. Yo en lo personal me iba a detener a pensar que no había ninguna solución; ahora, partiendo de eso es que entra la libertad de que estamos hablando.

CR. Parece que el tipo de canciones, la música que conforma EL Equilibrio de los Jaguares no exige mucho a la voz...

Saúl: No, fíjate que gran parte del material lo compuse entre operación y operación, cuando no podía hablar, algunas canciones me las imaginé con la melodía y escribía la letra, fue muy interesante ver como el silencio se volvió música.

CR. ¿Dónde fue esa etapa de creación?

Saúl: En México y Los Angeles.

CR. Tus letras son distintivas, ¿no has pensado llevarlas a otros espacios, a un libro?

Saúl: Pues sí, tengo cuentos, escribo mis sueños. En algún momento Xavier Velasco me lo propuso, dijo "oye maestro, tienes por ahí cosas que podrían ser interesantes", pero no me he dado el tiempo para ordenar esas ideas, quizá en algún momento. También son cosas muy íntimas, pues no sé... tal vez lo haga cuando cumpla 70 años (risas).

CR. ¿No están las canciones preparadas de tal modo para que no forces la voz?

Saúl: No, es un proceso natural, igual el subconsciente lo manda así, independientemente de que se force o no, es un aspecto muy personal, que no hace que me detenga a pensar en ello. Tom Waits tiene una voz muy impresionante y escucha como canta. No importa cual se la herramienta, siempre y cuando la sepas usar. No me senté a componer en otro tono, así sucedió, el próximo disco será de otra forma. Pero que no importen las formas, no pude dejar que pasara mucho tiempo para hacer las cosas diferentes y haberme "preparado" para subirme a un supuesto buen camino. Pero ante las circunstancias, me doy cuenta que lo mejor es aceptarte como eres, con lo que tienes, con lo que te falla y con lo que no, hay que seguir adelante, eso te hace más fuerte que tratar de tener una imagen que no eres; y este disco me encanta, y así está porque así es. Es un pedo hermoso que huele riquísimo.

CR. ¿Es cierto que sólo se envió el material en demo a Don Was con una pequeña nota, a que se debe esto que no es tan común?

Saúl: es la más común por las exigencias de todo, de tiempo... no sé si recuerdas, porque para Elvis Preley y toda esa banda lo más normal era grabar el material con la guitarra y mostrarlo; pero ahora por necesidad tienes que llevar un disco armado. Yo, entre en operación grané en el casete la melodía porque no sé escribir música, tuve cierto tiempo para cantarlas después en una fogata.
Cuando platicamos con Don Was no tuvimos tiempo de ensayar porque la Barranca estaba tocando y yo seguía recuperándome, nos tomamos tiempo para montar las canciones, lo único que teníamos, era un casete que grabé... la guitarra y yo, eso fue lo que se mandó, sólo se envió a él, pensamos en otros productores, pero cuando nos conocimos ya no quisimos buscar a nadie, fue una relación inmediata, total. Esa fue la primera señal de que las cosas marcharían bien; porque de repente uno piensa que te va a pedir un a producción más completa, pero él se emocionó mucho con el casete en su walkman y entendió mucho por dónde iban las canciones. Ahí nos dimos cuenta y reafirmamos con él que fue un gran aliado de Jaguares. En algunas canciones del demo, que después pasaron al disco hay un ambiente muy parecido.

CR. ¿Jaguares tiene dentro de sus planes quemar lo que generó a nivel publicitario Caifanes?

Saúl: No, no vamos a aprovecharnos de una herencia de lo que cada quien hizo; Sabo, por ejemplo, no siento que se haya aprovechado de Caifanes y continua haciendo sus conciertos, discos, en un excelente músico y un gran amigo, una gran persona, y para mi siempre será un Caifán. Lo mismo va a pasar con Jaguares, hará lo que tenga que hacer, peleará y luchará contra lo que sea. Aquí lo único seguro es la muerte, no te puedes confiar por lo que tuviste o por lo que vas a tener, hay que trabajar siempre. Obvio que existe una historia y una trayectoria, y cada uno de los que estuvimos en el grupo hará lo que tenga que hacer. Diego hizo un cambio en su vida y ahora trabaja del otro lado de la música con una compañía de discos y está bien. Cuando formé Caifanes y firmé el contrato con la disquera, llamé a Alfonso para que continuara viajando y estar juntos; Alejandro otra onda o producirá a algunos grupos, pero tendrá una trayectoria, supongo. Digamos que lo importante es crear y no destruir.

CR. ¿De qué tratan las rolas, manejan algún concepto o hablan de fondo?

Saúl: Lo segundo. Las letras no se enfocaron a una determinada cosa en cada disco. No puedo componer un álbum en donde hable específicamente de algo, mejor me siento y escribo una novela o un libro; los discos te dan esa oportunidad de hablar de todo y de nada al mismo tiempo. El lenguaje que utilizo no es anecdótico sino metafórico, y me encanta que cada rola tenga una personalidad diferente. Aquí se van contando ciertas cosas en cada momento y se les puede retomar, se puede hablar de una crítica, de una ausencia, de una valorización de la tierra como en Detrás de los Cerros, que es como hincarte a los píes de un indígena, diciéndole: maestro, pase lo que pase estoy contigo.

CR. ¿A qué se debe el nombre de Jaguares?

Saúl: En la vida siempre aparecen imágenes que alucinamos o añoramos, de repente llegó la imagen de un jaguar que simplemente decía: ven, trépate y continuemos la historia... Fue un viaje, como de los huicholes.

CR. Usas imágenes más que huicholas abiertas al chamán ¿es un acto consciente o una casualidad?

Saúl: Es una forma muy natural, muy de vómito. Sería muy interesante poder conocer y entender cuestiones más elevadas y tener la humildad como para poder sacarlas; yo no tengo esa conexión espiritual, no soy chamán, me dejo llevar por la intuición que ha sido mi conductora, mi protectora. En este punto que comentas, las letras sí forman parte de todo ese microcosmos en mi locura, en mi cabeza.

CR. ¿Cómo describirías a Jaguares?

Saúl: Por sobrevivencia, por lucha, una mezcla de músicos. No queremos detenernos en hacer lo mismo, sino que buscamos otras fuentes de expresión la cuestionarnos. Inclusive en el disco existe un hilo conductor que une fragmentos de palomazos, unos suben, otros bajan, unos van para allá, y otros para acá. Musicalmente es algo muy interesante al plantearlo como en Las Ratas no Tienen Alas, tiene un ambiente muy distinto al Milagro, que es más contundente que Las Ratas..., mucho más maduro: No hay problema, me puedes pisotear, me puedes quitar lo que quieras, puedes trepar por los árboles, pero nunca podrás volar. Dime jaguar como llegar hasta el final, dime jaguar como mirar en la obscuridad. Y al mismo tiempo se abre una puerta que dice: bueno, sé que estás perdido, sé que estas hundido en todo este desmadre, pero aún así, cuando no te vuelva a ver, brincaré al vacío junto a ti. Y tu puedes ese jaguar, ese Buda o ese mantra, el Nirvana, o lo que tu quieras, es interesante porque se mezclan muchas cosas, ya no es sólo una denuncia social: tira, tira, represión. A mi me gusta ver que hay detrás de los ojos. Déjate Ver es una canción que te remite a una puñalada por la espalda. En Huracán hicimos como cuatro o cinco arreglos distintos... y descubrimos que a veces es mejor hacerle caso a la música, dejar que ella te lleve a algo que quizá no comprendamos en los ensayos. Una versión sonaba Funk, otra a rock and roll, a heavy metal, a punk... hasta que decidimos partir de cero, que alguien toque la canción solo y que cada quien viaje por donde quiera. Así es como todos nos sentimos bien, haz de cuenta que acomodamos la canción en el centro, como si fuera el fuego y nosotros alrededor, fue un trabajo más de soltura que de técnica.

Equilibrio 1 y 2 son un palomazo.
Don Was como estaba detrás, porque casi nunca se metió en los arreglos, controlaba la ceremonia, como el guía, así lo vi, acabando el disco, y como también es productor de cine, le propuse que hiciera el vídeo, se me ocurrió que podía ser una extensión del disco, continuar con el viaje y llevarlo a un plano de imágenes. Nos fuimos a Coetzala a trabajar y convivir, ser parte en unos cuantos días de lo que es la sierra, con la gente que está del otro lado de los cerros.